LOS GAL, EL 11-M Y LA DOBLE MORAL
FUENTE: www.escolar.net
Tres reacciones indignantes dentro de la derecha española ahora que la ejecución de Bin Laden ha reabierto ese debate sobre si el fin justifica los medios. La primera: la de los que aprovechan que Al Qaeda vuelve a las portadas para recuperar una vez más la conspiración del 11-M. La segunda: la de quienes criticaron los GAL, pero ahora aplauden a rabiar el asesinato de Estado ordenado por el Nobel de la Paz Barack Obama. La tercera: la de aquellos que, puestos a elegir, se apuntan a ambos bombardeos.
Entre los primeros, destaca Esperanza Aguirre. “Bin Laden nunca reivindicó el atentado de Madrid como de Al Qaeda”, dijo la presidenta. Su argumento, además de torticero, es falso. Bin Laden reivindicó el 11-M en una grabación difundida el 17 de abril de 2004.
Entre los segundos, podemos contar a casi todo el PP, sector mayoritario, que hace apenas unos meses quería llevar a juicio a Felipe González por sus dudas sobre volar a la cúpula de ETA en Francia y hoy se deshace en elogios por la determinación de Obama, cuya principal duda fue si mandar a los Seals con licencia para matar o bombardear con aviones la mansión Bin Laden.
En cuanto a los que se apuntan a ambas tesis, destaca el verdadero líder de la oposición: Pedro J. Ramírez. El mismo que en los 80 defendió la guerra sucia y en los 90 se convirtió en el mayor crítico contra el terrorismo de Estado elogia ahora la ejecución de Bin Laden y la distingue de los GAL, según el editorial de ayer en El Mundo, porque ha sido “un acto de guerra” “dentro de los límites que las leyes de EEUU” establecen. ¿Basta una declaración de guerra para justificar el terrorismo de Estado? ¿Es más justa una ejecución extrajudicial legalizada? La respuesta es no, pero hay papel prensa que lo aguanta todo.
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Tres reacciones indignantes dentro de la derecha española ahora que la ejecución de Bin Laden ha reabierto ese debate sobre si el fin justifica los medios. La primera: la de los que aprovechan que Al Qaeda vuelve a las portadas para recuperar una vez más la conspiración del 11-M. La segunda: la de quienes criticaron los GAL, pero ahora aplauden a rabiar el asesinato de Estado ordenado por el Nobel de la Paz Barack Obama. La tercera: la de aquellos que, puestos a elegir, se apuntan a ambos bombardeos.
Entre los primeros, destaca Esperanza Aguirre. “Bin Laden nunca reivindicó el atentado de Madrid como de Al Qaeda”, dijo la presidenta. Su argumento, además de torticero, es falso. Bin Laden reivindicó el 11-M en una grabación difundida el 17 de abril de 2004.
Entre los segundos, podemos contar a casi todo el PP, sector mayoritario, que hace apenas unos meses quería llevar a juicio a Felipe González por sus dudas sobre volar a la cúpula de ETA en Francia y hoy se deshace en elogios por la determinación de Obama, cuya principal duda fue si mandar a los Seals con licencia para matar o bombardear con aviones la mansión Bin Laden.
En cuanto a los que se apuntan a ambas tesis, destaca el verdadero líder de la oposición: Pedro J. Ramírez. El mismo que en los 80 defendió la guerra sucia y en los 90 se convirtió en el mayor crítico contra el terrorismo de Estado elogia ahora la ejecución de Bin Laden y la distingue de los GAL, según el editorial de ayer en El Mundo, porque ha sido “un acto de guerra” “dentro de los límites que las leyes de EEUU” establecen. ¿Basta una declaración de guerra para justificar el terrorismo de Estado? ¿Es más justa una ejecución extrajudicial legalizada? La respuesta es no, pero hay papel prensa que lo aguanta todo.
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