CINCO CLAVES SOBRE LAS ELECCIONES DE MAYO
FUENTE: www.estrelladigital.es
Dice el periodista José María García que Esperanza Aguirre está presionando a algunos empresarios para que apoyen económicamente al nuevo partido asturiano de Francisco Álvarez Cascos. Está por demostrar que sea cierto, pero lo que sí está probado es el explícito apoyo que la presidenta de la Comunidad de Madrid y su equipo prestaron en público al escindido Cascos cuando ya era un hecho su salida del PP: su traición a Mariano Rajoy y a Génova. ¿Hay alguna jugada oculta entre Madrid y Asturias? Tal vez, aunque todo dependerá del resultado de las elecciones de mayo. Algunas claves.
1. Es muy probable que el PP gane las elecciones municipales, aunque es difícil que sea por ese enorme porcentaje –por encima del 15% sobre el PSOE– que le dan hoy las encuestas para las generales. Las municipales son otra cosa, y no sólo porque se vote a otros candidatos con menor desgaste que el Gobierno. También hay en los ayuntamientos muchos “independientes”: pequeños partidos locales y normalmente de derechas, apoyados por votantes que, en las generales, estarán con el PP. Pero no ahora.
2. A falta de un resultado muy contundente –que se podría dar porque el desgaste del PSOE es máximo, pero que no parece probable–, el triunfo o fracaso del PP dependerá esencialmente de una cosa: de lo que pase en Castilla-La Mancha. Es la mayor comunidad en territorio de las que están en baile y su impacto en el mapa electoral sería el más llamativo. Además, es la plaza donde se la juega la número dos de Rajoy: María Dolores de Cospedal. Y la pugna estará muy reñida.
En Castilla-La Mancha el sistema es bipartidista: IU no está en la cámara (ni parece que pueda entrar en esta ocasión). El empate sólo se puede mover en tres provincias y en las tres está muy apretado. En Ciudad Real, que es la única de las circunscripciones manchegas que tiene un número impar de diputados autonómicos (pero que probablemente se la lleve Barreda, que es de allí). En Toledo, donde el PP ganará, pero es dudoso que consiga una ventaja de dos diputados sobre el PSOE, por lo que en número de escaños estará empatado. Y sobre todo en Guadalajara, donde el PP sí que tiene muchas posibilidades de ganar por dos diputados, que anularían el impar de Ciudad Real. Probablemente la balanza se decida en esta provincia por unos pocos miles de votos.
3. El resto de las expectativas de cambio son las siguientes. En Aragón el PP puede ganar por el desplome del PAR, el socio de Gobierno del PSOE. En Madrid, Aguirre parte con bastante ventaja, aunque algunas encuestas del PSOE hablan de una distancia de sólo 2 puntos para que el PP pierda la mayoría absoluta. En Asturias el PSOE será el más votado pero la clave la tendrá Cascos, y no está nada claro quién gobernará. En Baleares es bastante probable que gobierne el PP, aunque aún quedan incógnitas. Y en Extremadura a lo máximo que el PP puede aspirar es a que Guillermo Fernández Vara pierda la mayoría absoluta (improbable, pero ni siquiera así la derecha gobernaría porque el PSOE podría pactar con IU).
4. En cuanto a los grandes ayuntamientos, Sevilla parece perdida para los socialistas. Sin embargo, Valladolid podría tener un alcalde del PSOE. En Barcelona es probable que gobierne CiU, en lugar del PSC, aunque Jordi Hereu en las últimas semanas está recuperando algo de aliento y el cambio no está ya tan cantado.
5. Pero, ¿qué pasa si el PP no gana Castilla-La Mancha y las elecciones no son tan terribles para el PSOE como hoy aparentan (que las expectativas sean tan triunfalistas no ayuda nada al PP)? Pues volvemos al principio, a la conexión Cascos-Aguirre. Un pronóstico: si en las elecciones de mayo el PP no arrasa y Cospedal pierde Castilla-La Mancha; si Cascos triunfa en Asturias; si Aguirre mejora su resultado; si las primarias del PSOE del verano consiguen reducir distancia con el PP y dejan en evidencia la debilidad del candidato Rajoy… Pues estaríamos en ese escenario político que explica por qué Cascos y Aguirre hacen manitas bajo la mesa: volverían los cuchillos en el PP, la guerra abierta por el liderazgo de la derecha, una herida que nunca ha llegado a estar totalmente cicatrizada.
VEREMOS COMO CAZA LA PERRINAAA !!
FUENTE: www.estrelladigital.es
Dice el periodista José María García que Esperanza Aguirre está presionando a algunos empresarios para que apoyen económicamente al nuevo partido asturiano de Francisco Álvarez Cascos. Está por demostrar que sea cierto, pero lo que sí está probado es el explícito apoyo que la presidenta de la Comunidad de Madrid y su equipo prestaron en público al escindido Cascos cuando ya era un hecho su salida del PP: su traición a Mariano Rajoy y a Génova. ¿Hay alguna jugada oculta entre Madrid y Asturias? Tal vez, aunque todo dependerá del resultado de las elecciones de mayo. Algunas claves.
1. Es muy probable que el PP gane las elecciones municipales, aunque es difícil que sea por ese enorme porcentaje –por encima del 15% sobre el PSOE– que le dan hoy las encuestas para las generales. Las municipales son otra cosa, y no sólo porque se vote a otros candidatos con menor desgaste que el Gobierno. También hay en los ayuntamientos muchos “independientes”: pequeños partidos locales y normalmente de derechas, apoyados por votantes que, en las generales, estarán con el PP. Pero no ahora.
2. A falta de un resultado muy contundente –que se podría dar porque el desgaste del PSOE es máximo, pero que no parece probable–, el triunfo o fracaso del PP dependerá esencialmente de una cosa: de lo que pase en Castilla-La Mancha. Es la mayor comunidad en territorio de las que están en baile y su impacto en el mapa electoral sería el más llamativo. Además, es la plaza donde se la juega la número dos de Rajoy: María Dolores de Cospedal. Y la pugna estará muy reñida.
En Castilla-La Mancha el sistema es bipartidista: IU no está en la cámara (ni parece que pueda entrar en esta ocasión). El empate sólo se puede mover en tres provincias y en las tres está muy apretado. En Ciudad Real, que es la única de las circunscripciones manchegas que tiene un número impar de diputados autonómicos (pero que probablemente se la lleve Barreda, que es de allí). En Toledo, donde el PP ganará, pero es dudoso que consiga una ventaja de dos diputados sobre el PSOE, por lo que en número de escaños estará empatado. Y sobre todo en Guadalajara, donde el PP sí que tiene muchas posibilidades de ganar por dos diputados, que anularían el impar de Ciudad Real. Probablemente la balanza se decida en esta provincia por unos pocos miles de votos.
3. El resto de las expectativas de cambio son las siguientes. En Aragón el PP puede ganar por el desplome del PAR, el socio de Gobierno del PSOE. En Madrid, Aguirre parte con bastante ventaja, aunque algunas encuestas del PSOE hablan de una distancia de sólo 2 puntos para que el PP pierda la mayoría absoluta. En Asturias el PSOE será el más votado pero la clave la tendrá Cascos, y no está nada claro quién gobernará. En Baleares es bastante probable que gobierne el PP, aunque aún quedan incógnitas. Y en Extremadura a lo máximo que el PP puede aspirar es a que Guillermo Fernández Vara pierda la mayoría absoluta (improbable, pero ni siquiera así la derecha gobernaría porque el PSOE podría pactar con IU).
4. En cuanto a los grandes ayuntamientos, Sevilla parece perdida para los socialistas. Sin embargo, Valladolid podría tener un alcalde del PSOE. En Barcelona es probable que gobierne CiU, en lugar del PSC, aunque Jordi Hereu en las últimas semanas está recuperando algo de aliento y el cambio no está ya tan cantado.
5. Pero, ¿qué pasa si el PP no gana Castilla-La Mancha y las elecciones no son tan terribles para el PSOE como hoy aparentan (que las expectativas sean tan triunfalistas no ayuda nada al PP)? Pues volvemos al principio, a la conexión Cascos-Aguirre. Un pronóstico: si en las elecciones de mayo el PP no arrasa y Cospedal pierde Castilla-La Mancha; si Cascos triunfa en Asturias; si Aguirre mejora su resultado; si las primarias del PSOE del verano consiguen reducir distancia con el PP y dejan en evidencia la debilidad del candidato Rajoy… Pues estaríamos en ese escenario político que explica por qué Cascos y Aguirre hacen manitas bajo la mesa: volverían los cuchillos en el PP, la guerra abierta por el liderazgo de la derecha, una herida que nunca ha llegado a estar totalmente cicatrizada.
VEREMOS COMO CAZA LA PERRINAAA !!
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